Ante la lentitud de la policia, el ministerio publico y el poder judicial, a la poblacion no le quedó otra alternativa que "hacer justicia por sus propias manos". A la media noche, en la urbanización Tamboptata de Juliaca (salida a Huancane), un grupo de indignados pobladores, quemaron vivo a un presunto delincuente. El sujeto, de unos 40 años hacía disparos en su intento de reducir a un mototaxista cuyos servicios había tomado minutos antes.
Los pobladores de la zona, al percatarse del hecho, rodearon y capturaron al delincuente, lo ataron a un poste y procedieron a quemarlo. La Policía y Serenazgo llegó al lugar, cuando ya había muerto producto de las quemaduras en el cuerpo.
Sólo en las últimas semanas seis mototaxistas fueron asaltados y muertos. Las modalidades son las mismas. Tomar una mototaxi, llevarlo a un descampado, reducir al conductor, asesinarlo, llevarse la moto, introducir al muerto en un saco de polietileno y abandonarlo en un lugar alejado de la ciudad. Los desesperados familiares los buscan por todos los lados hasta hallarlo protagonizando razonables escenas. Las investigaciones no han avanzado mucho y no se conocen a los autores de tan execrables hechos.
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