No es la primera vez que un equipo de futbol “aficionado” de Puno no gana una Copa Perú. Hace un año también fue un penal fallado por un jugador llamado Cachay Ramirez que echó por los suelos el sueño del futbol profesional ante el León de Huánuco. Este domingo el tiro penal, que falló Carlos Zambrano, pudo cambiar la historia del partido jugado entre Porvenir Unicachi y el Unión Comercio de Nueva Cajamarca.
Pero un parsimonioso, lento, Carlos Zambrano, sin un mínimo de vergüenza deportiva, prefirió lo peor para los intereses del aficionado deportivo yunguyeño. Miles de hinchas que sacrificaron su domingo para ver una finalísima de la Copa Perú, solo vieron un ejemplo de cómo perder un partido, aun teniendo muchos factores a su favor.
Los jugadores del Alianza Porvenir Unicachi, en un cien por ciento “foráneos”, con el solo mérito de ser de morenos y algunos falsos membretes, demostraron que sólo aman sus bolsillos. Obviamente, que como ellos no nacieron aquí, jamás sus corazones podrán latir con mayor intensidad cuando se trata de vestir una casaquilla puneña.
Más o menos 14 mil espectadores mordieron el polvo de la derrota, aunque tuviera un sabor a triunfo. Todo jugo a favor del Porvenir Unicachi. Un estadio lleno, una hinchada que apoyo en todo momento, la altura a mas 3800 metros, y hasta el árbitro que en algún momento “nos dio la manito”. Pero nada pudo cambiar el resultado del partido, y Puno perdió la última posibilidad de tentar el ingreso al futbol profesional a través de una Copa Perú.
Existen muchos otros factores más que llevaron a los dirigentes, cuerpo técnico y jugadores a plantear mal una campaña en la Copa Perú. Pero una cosa queda clara, y se lo proponemos a las dirigencias de los equipos de futbol en Puno. Es urgente promover jugadores de la zona en los equipos de la primera divisional y la liga superior. Deben entender que no habrán jugadores que amen su camiseta, mas que los propios puneños.
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