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14 diciembre, 2010

RODOLFO UMIÑA, MAS DE LO MISMO. Quien en otros tiempos denunciaba, hoy es acusado.


El alcalde Rodolfo Umiña, está dedicado en los últimos días de su mandato a supervisar personalmente los cheques a girarse a favor de los proveedores de la Municipalidad provincial de San Román.  Tiene la complicidad de una amable dama que lo pone al tanto de todos los últimos movimientos respecto a los proveedores.
Quien otrora se desgañitaba reclamando transparencia en los actuados del alcalde Paricahua Mamani y sus gerentes y asesores; o que se deshacía en enormes esfuerzos por mostrarle a la población la forma desastrosa como se maneja la municipalidad, ahora, está enteramente dedicado a jugosas y apetitosas responsabilidades, antes que los múltiples problemas que tiene Juliaca.
No deja de tener razón el regidor Zevallos Aroni, que ha acusado a Umiña de haber obrado en estos ocho meses de Alcalde solo a favor de sus intereses personales y familiares.  Los problemas de Juliaca le son totalmente ajenos. Todo está igual o peor de lo que dejó David Mamani, cuando fue vacado a comienzo de mayo de este año.
Las acusaciones que pesan en su contra, de haberse dedicado solo a acomodar a sus amigos, familiares y compadres en diversos puestos de la municipalidad nunca han sido aclarados por el señor Umiña. Si quien calla otorga, podemos estar casi seguros que nuestro municipio está en manos de un personaje que con habilidad maneja el doble discurso.
Cuando inauguró su breve paso por la Municipalidad juró a los cuatro vientos que fiscalizaría hasta el último a su nefasto antecesor. Hoy, no sabemos si los pocas denuncias fabricadas desde la procuraduría municipal tenga algún dia, algún resultado de modo que se sancionen a los robaron por hanga y manga en la Municipalidad de San Román.
Así es Juliaca en estos tiempos.  Sobrevive sus días solo al impulso de sus gentes que empujan el desarrollo, pero siempre desordenado.  El transporte se mueve con la mismas ruedas de hace decenas de años, sin poner siquiera en aplicación un plan regulador de rutas. Servicios como al agua y desagüe, tiene servidos apenas a la mitad de la población, como lo acaba de reconocer en nuestro programa, anoche el señor Piony Turpo, Gerente de Seda Juliaca; sin hablar ya, del otro cincuenta por ciento, que toma agua contaminada de pozos artesanales y deposita sus desechos y aguas servidas allí donde vive.
Así es Juliaca. Viene un monopolio comercial e impone sus reglas.  Condenando a no tener vías de evitamiento de transito.  Los comerciantes se multiplican para colocar sus mercancías en aceras y veredas, a falta de ordenamiento y un comercio planificado; mientras nuestro Alcalde, se dedica desesperadamente a ver personalmente los cheques de los proveedores, a 15 días de terminar su gestión.  Con mucha pena, y sin gloria.

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