PAGINAS

04 febrero, 2011

PUDO SER MEJOR. Sólo los transportistas urbanos protestaron contra la suba de los combustibles.

La paralización de 24 horas que los transportistas acataron este miércoles 03 de febrero pudo ser más contundente y haberle enrostrado con mucha más energía al gobierno aprista, la suba de los combustibles, que solo en el último año, por lo menos se ha incrementado en un 23%. Pero esta vez, bajo el pretexto de que no hay que perjudicar a la festividad de La Candelaria, los transportistas del servicio interprovincial e interregional se bajaron del coche y dividieron la paralización.

A pesar de ello, los centenares de transportistas urbanos, de Puno y Juliaca especialmente, bloquearon las rutas de acceso y garantizaron su paralización. Le han pedido al gobierno la rebaja del precio de la gasolina y el petróleo diesel, y el restablecimiento de los subsidios que hace años atrás impuso el gobierno del APRA sobre los combustibles.

Existen sobradas razones para protestar. En diciembre último hubo un 5% de incremento. Buscando una relación entre los precios de los últimos doce meses, encontramos que hace un año el galón del petróleo llegaba a 9.32 nuevos soles y hoy está sobre 12.10 nuevos soles. La diferencia es notoria.

El pretexto de los transportistas del servicio interprovincial e interregional no solo suena ingenuo sino hasta malintencionado, en momentos en que se hace necesaria la unidad para reclamarle al gobierno aprista, que hace cinco años ofreció mayor estabilidad en los precios de los combustible y la protección a los transportistas.

Encontramos una razón porqué un sector de los transportistas decidió no parar. Hace menos de dos años por ejemplo, en la ruta Juliaca-Puno el pasaje costaba dos nuevos soles. En menos de un año lo subieron a 2.50, y solo desde hace algunos meses el pasaje cuesta 3.00 nuevos soles. En días de mayor demanda, cobran cuatro o hasta cinco nuevos soles. La suba de la gasolina y el diesel para estos transportistas está ya, mas que saldada.

Algo parecido y en mayor magnitud ocurre en las rutas interregionales; por ejemplo entre Juliaca y Arequipa, donde los pasajes están entre los 15 nuevos soles, y fácilmente llegan a costar veinte o hasta treinta nuevos soles en días de mayor demanda. Existe además una estrategia especulativa muy bien maquinada por todas las empresas en esta ruta.

Allí están las razones de la división. Mientras a unos, como los transportistas urbanos la suba de los combustibles los tiene desesperados con pasajes de 0.50 centavos, a otros parece interesarles poco alguna acción de protesta, porque concertando cuando gusten podrían subir los pasajes otra vez, ante la pasividad y la conformidad de los pasajeros.

El paro fue enérgico y contundente, pero es casi improbable que los transportistas encuentren una consideración de un gobierno antipopular como el APRA. No fue más contundente, porque además la paralización no tuvo un norte y un derrotero. No se cuestionó el carácter entreguista del gobierno de Alan García, como el responsable principal del alza del precio de los combustibles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario