La entrevista con el Presidente de la FEDAC de Juliaca
Juan José Coaquira, ha despertado muchas pasiones que lamentablemente invaden
la organización de los próximos carnavales 2012. Afirmamos en la conversación,
que nos impulsa abrir el debate sobre el tema, el deber que como periodistas
tenemos de informar y orientar, escuchar a los actores de la noticia y proponer
algunas alternativas.
La intolerancia no conduce al dialogo. Y eso es lo que
viene ocurriendo entre los sectores enfrentados esta vez. La FEDAC y el
Municipio. Los primeros, son los actores principales de los carnavales, porque
son los que se preparan, se organizan, invierten y finalmente son los que
bailan. Sin su presencia los carnavales no serán tales. El Municipio, como el gerente
de la ciudad, debe promover el dialogo y no lo hace. En lugar de unificar,
disocia y despierta encono. Pero además, se ha llegado a la politización del
asunto, al extremo de promover al Alcalde como el dueño de la fiesta, y el
único.
Oficiosamente otros sectores, entre ellos algunos
comunicadores, se ofrecen salvar el espectáculo, sin que sepamos a ciencia
cierta si efectivamente sanos propósitos son los que los empujan para que
salgan a la palestra. Es decir, que en medio del enfrentamiento todos quieren
meter la mano, y ganarse “alguito”.
La FEDAC se empecina en sus trece. Y ha dicho por ejemplo, que la parada del
carnaval debe ser en la avenida Mártires 4 de noviembre. Están contrapuestos, o la tradición por las
calles del centro con todos los problemas de congestionamiento que se generan
ese día, o se opta por un nuevo escenario que busca algún orden y pueda ofrecer
un mejor espectáculo.
En medio de este panorama nuestro carnaval, que
pretende ganarse un espacio en la oferta turística del país, corre riesgo
indudablemente. Un fracaso le hará daño a Juliaca y a los carnavales que
promocionamos.
Sugerimos, el dialogo como salida. Felizmente voces
autorizadas coinciden con este punto de vista. Pero un dialogo en el que se
deponga toda intolerancia y toda amenaza.
Los medios de comunicación no están cumpliendo un rol orientador, existe
un sesgo en las opiniones, esperamos que no obedezca a intereses subalternos.
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