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16 febrero, 2012

¿Y LA EMERGENCIA POR LAS LLUVIAS?


Juliaca se inunda por todos lados. El Municipio ha declarado en estado de emergencia la ciudad hace varias semanas pero no se ha hecho nada en concreto. Irónicamente un letrero que dice “El profe está trabajando”, luce en medio de una enorme laguna que cubre un asfaltado que ejecuta la gestión del señor David Mamani Paricahua en el cruce de la avenida Juliaca y José Zela, al sur de la ciudad.  La población de la zona clama ayuda “por favor”, pero se acaba de informar que el Alcalde está fuera de la ciudad. “Estamos abandonados y olvidados” grita un vecino.

Este testimonio esta solo una muestra, porque la mayoría de urbanizaciones y barrios, viven la misma situación. La critica situación de cientos de familias y sus viviendas, han sido opacadas por las campañas que promocionan los carnavales y otras noticias de coyuntura. Las intensas precipitaciones pluviales, han derribado precarias viviendas, han formado inmensas lagunas en las calles de las urbanizaciones y ha hecho prácticamente imposible transitar a peatones y vehículos.

Si el Comité de Defensa Civil, le hubiera puesto las mismas ganas y el mismo interés a las urbanizaciones marginales que reclaman ayuda urgente, como a la reciente intervención para descalificar a la avenida de doble vía Mártires del 4 de noviembre como escenario de la parada por carnavales, la situación sería menos critica y menos difícil para esas poblaciones abandonadas.

Obviamente, que si las autoridades del llamado Comité Multisectorial voltearan la mirada a las urbanizaciones y sus calles, podríamos sentir por lo menos un intento de solidarizarse con ellos. Pero no. Eso suena a un sueño en Juliaca. Porque los pobladores están abandonados a su suerte.  Ellos acuden a su capacidad de organizarse para mitigar los enormes estragos que las aguas han ocasionado en calles y casas.

Como tantos los años, la declaratoria de emergencia por las lluvias que ha hecho el Municipio de San Román, es eso, una declaratoria. Un cumplido para satisfacer los reclamos o salir del paso.  Acciones concretas no existen, o las poblaciones no los sienten. Ya no hay porque hablar de acciones de prevención, porque el Comité Provincial de Defensa Civil que preside el Alcalde, no entiende qué es eso.  Las precipitaciones pluviales son periódicas, siempre llueve cada año, pero no existe ningún plan previsor.

El Alcalde y sus funcionarios, está ensimismados en un paraíso que sólo ellos entienden.  Luciéndose en campañas publicitarias por vendernos su gestión. Los señores regidores, a quienes los electores eligieron por esas cosas que pasan el política y en elecciones son indolentes a la tragedia y no han atinado a nada. Un fastidiado poblador nos dice, como es posible que esto señores ganan tanto en dietas, pero no hacen nada, a la mayoría ni siquiera los conocen. El “padre de la ciudad” se asemeja a un padrastro. La lluvia continúa, las inundaciones sobrepasan el clamor de los barrios y urbanizaciones, y todo sigue igual, en las vísperas de nuestros festivos carnavales juliaqueños.  Dos caras de una moneda.

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