Acostumbrado a viajar hasta colgados en las combis de transporte urbano en Juliaca, un pasajero percibirá la diferencia que hay de aquí a 250 kilómetros. En El Alto y La Paz, capital boliviana, las combis de transporte urbano tiene otra visión de su trabajo. Allí, todo vehículo solo transporta pasajeros sentados, nadie puede ir de pie, menos colgado.
Desde la madrugada todos los días, el transporte urbano recorre raudo en la avenida Juan Pablo II de El Alto La Paz. Una de las importantes de aquella ciudad. Cientos de unidades cumplen con este servicio. Ningún chofer o cobrador permite que alguien viaje de pie. El costo del pasaje es de dos bolivianos, mas o menos equivalente a 80 céntimos de nuevo sol. Precio justo para un servicio justo.
Y una pregunta inmediata es, porqué este servicio de este modo y no de otro allí. Las políticas de transporte urbano tienen como objetivo fundamental un buen servicio, cómodo y seguro, dentro de un gobierno nacional de cumplir cuatro años de una nueva Constitución.
Distinta es la realidad del transporte urbano peruano. En Juliaca, cerca de 50 empresas de transporte, se deslizan sin tener un plan director, sin ningún plan regulador de rutas, sin una política municipal en el tema y sin cumplirse en gran parte las normas legales nacionales que sobre la materia existen.
Las combis trasladan pasajeros de todas las edades. Totalmente repletos cada vez suben mas pasajeros, "mas adentro, que al fondo hay sitio" grita el cobrador empujones, insultos contra los pasajeros, algunos colgados penden solo de la suerte, para no caer sobre la pista y morir: otros con menor suerte son presa de rateros y atracadores.
Dos realidades distintas. Que muestran dos enfoques sobre este problema que es vital a diario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario